La Ciudad de México tiene un padrón electoral, de acuerdo a datos del INE a marzo de 2016, de 7,549,988 personas, uno de los más grandes del país. En México se consideran jóvenes a las personas en un rango de edad de 12 a 29 años. En este sentido uno de cada cuatro electores en la ciudad tiene entre 18 y 29 años, es decir, el 25.37% son jóvenes.
En este contexto, los jóvenes tenemos la oportunidad, pero sobre todo la responsabilidad de decidir qué ciudad queremos construir en el proceso rumbo a la integración de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. Esta Asamblea estará compuesta por 100 diputados constituyentes, de los cuales 60 se elegirán el próximo domingo 05 de junio en las urnas, 14 serán designados por el Senado de la República, 14 por la Cámara de Diputados, seis por el Presidente de la República y finalmente, seis serán designación del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. La función de los constituyentes será discutir y aprobar la Constitución Política de la Ciudad de México.
Lo primero que nos corresponde a los jóvenes es estar informados de este suceso de relevancia histórica para la ciudad y la vida democrática de nuestro país. Es importante tener presente la dimensión de los cambios tanto jurídicos como administrativos que tendrán lugar. Por ejemplo, la creación de alcaldías, concejales, un congreso local, etc.
A través de las distintas etapas tanto de la historia universal como nacional, hemos sido testigos que en una constitución quedan plasmados los anhelos y aspiraciones más grandes y elevadas de un pueblo, los cuales reflejan la esencia y virtudes del mismo.
En nuestro país los derechos humanos de niños y jóvenes están previstos en la Constitución Política así como en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que en su artículo 13 señala, por citar sólo algunos, los siguientes derechos:
Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo
Derecho a la igualdad sustantiva
Derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral
Derecho a la protección de la salud y a la seguridad social
Derecho a la educación
Derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet.
Desde una perspectiva de tratados internacionales, los derechos humanos de niños y jóvenes se encuentran enunciados en la Convención sobre los Derechos del Niño y confluyen con otros instrumentos como lo son el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.[Tratados de los que el Estado Mexicano es parte y en los que se reconocen, por citar sólo algunos, los siguientes derechos:
Derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión
Derecho a la libertad de opinión y expresión
Derecho a un nivel de vida adecuado
Derecho a la salud y a recibir servicios de salud
Derecho a la educación
Derecho a la vida
Los jóvenes debemos participar en la elaboración de la Constitución Política de la Ciudad de México para que sea un instrumento con perspectiva de juventud. Lo que significa garantizar a nivel constitucional derechos para los jóvenes. Considero que este es el punto de partida para enfrentarnos a los retos que hay en la ciudad en materia de juventud como pobreza, exclusión, desempleo, acceso a la salud por mencionar sólo algunos.
La oportunidad que tenemos para cambiar la vida de millones de habitantes de la ciudad es única. Hagamos una constitución que proteja los derechos fundamentales de las personas, construyamos un piso básico de garantías que permita a cada uno de nuestros jóvenes construir su propia historia y alcanzar sus más grandes sueños.